Es evidente que la práctica y difusión de la apnea deportiva en nuestro país está muy poco promocionada por quienes debieran hacerlo, siendo esta afirmación fuertemente respaldada por el hecho de que apenas existen instalaciones exclusivas donde entrenar, no se forman apneístas en las federaciones y todavía hay mucho que hacer en cuanto a su apartado docente.
Pero, ¿Qué es la apnea?
Descubrimos la apnea ya hace unos cuantos años, y seguramente era algo que ya llevábamos dentro cuando de pequeños jugábamos en el mar a buscar animales, o en la piscina a ver quién cogía primero la moneda del fondo.
Al fin y al cabo la apnea no es más que eso, un juego. Si bien podríamos definirla como:
“la suspensión de la respiración, de forma voluntaria o involuntaria, durante un periodo de tiempo determinado»
es un concepto que ha hecho que mucha gente recele de la apnea, viéndola como un deporte antinatural y con un alto componente de sufrimiento.
Sin embargo, si lo planteamos como un juego en el que los retos son mantener la concentración, evadirse por completo y relajarse física y mentalmente, la apnea se convierte en puro placer.
¿Quiénes es ApneaCanarias?
Está claro que para poder enseñar una disciplina deportiva, no sólo hay que saber de ella, sino también practicarla. Sólo así podremos ponernos en la piel de nuestros alumnos.
Y nosotros, ApneaCanarias, creemos poder contribuir a la enseñanza de la Apnea Deportiva, ya que después de todos estos años nos hemos convertido en profesionales de la apnea, centrados en su formación, competición y difusión.
En términos formales, estamos titulados como instructores homologados y además somos competidores en activo con experiencia internacional.
Y es que llegar a la élite de la apnea requiere esfuerzo y entrenamiento, como en cualquier deporte, para conseguir resultados significativos.
De todos modos su práctica recreativa es tan relajante y placentera que os transportará a un viaje en el tiempo, en definitiva, una meditación subacuática.
¿Qué modalidades existen?
La apnea deportiva se practica básicamente en el mar o en piscina, habiendo varias disciplinas para cada uno de los entornos. En piscina, encontraremos las siguientes modalidades:
Apnea Estática
El objetivo es mantener las vías respiratorias sumergidas el mayor tiempo posible, sin estar en movimiento ni sumergido a profundidad.
Es una disciplina completamente mental, en la que juega un papel primordial la relajación de cuerpo y mente, jugar con nuestros pensamientos y tratar de bajar el ritmo cardíaco y el metabolismo para reducir el consumo de oxígeno.
Es una disciplina de competición en la que en España encontramos a Aleix Segura como máximo exponente con 8 min y 6 s, seguido por Santiago Jakas -quien también colabora en estas páginas- con 7 min y 5 s; y en mujeres Elisabeth González con 4 min y 58 s.
A nivel mundial destaca el francés Stephane Mifsud con 11 min y 35 s y la rusa Natalia Molchanova con 8 min y 23 s.
Apnea Dinámica
Puede realizarse con y sin aletas, y se trata de seguir el sentido horizontal de una calle en la piscina, con el objetivo de recorrer sumergido el mayor número de metros posibles.
Trataremos de mantener la concentración en nuestros movimientos, que deben ser hidrodinámicos y eficientes, para reducir al máximo el consumo de oxígeno.
En España, el récord masculino lo ostenta el canario Alfredo Roën con una distancia recorrida de 216 ms con monoaleta y en mujeres la catalana Mara Torrealba con 175 m. Los récords mundiales son para el croata Goran Colac y, nuevamente, Natalia Molchanova con 273 m y 225 m respectivamente.
Y en el mar…
Las disciplinas de mar suelen ser las preferidas de los apneístas ya que el componente de profundidad suele ser un objetivo más atractivo, y que requiere de un aprendizaje más progresivo debido su fase técnica.
Peso Constante
Podríamos definirla como la disciplina más pura de la Apnea Deportiva.
Consiste en descender y ascender el mayor número de metros posibles por tus propios medios con la única ayuda de unas aletas o monoaleta, sin ayudarse del cabo guía. También puede ser realizada sin aletas.
Su nombre viene de utilizar el mismo peso con el que se ha descendido para ascender nuevamente a la superficie. Es una disciplina que aúna la técnica del aleteo -o de la patada y la brazada en el caso de la modalidad “sin aletas”- combinada con las técnicas de compensación y adaptación a la profundidad, así como un entrenamiento físico y mental.
Actualmente la mayor profundidad conseguida por un español son los 100 m en peso constante con monoaleta y 60 m sin aletas, ambas marcas realizadas por el apneísta Miguel Lozano, quien contribuye en estas páginas. En cuanto a mujeres, Raquel de Ana con 67 m y Carolina González con 60 m son las mejores profundistas de nuestro país.
A nivel mundial el austríaco Herbert Nitsch con 124 m y Natalia Molchanova con 101 m son las personas que han alcanzado cotas más profundas en esta disciplina. William Trubridge ostenta el récord mundial sin aletas con 101 m.
Inmersión libre
Consiste en descender y ascender sin aletas, utilizando únicamente la fuerza de nuestros brazos tirando del cabo de profundidad. Es una disciplina muy relajada, con menor consumo pero con unos tiempos de buceo más largos.
Es muy recomendable entrenar esta modalidad en las primeras fases de aprendizaje en mar así como método de calentamiento para descensos máximos. En la categoría masculina es nuevamente Miguel Lozano quien ostenta el récord español con 90 m, y Carolina González en femenino con 50 m. A nivel mundial encontramos al neozelandés William Trubridge con 121 m y Natalia Molchanova con 88 m.
Peso Variable y No limits
Estas dos disciplinas son consideradas las más extremas y su objetivo es llegar a la máxima profundidad posible utilizando un gran lastre para luego el apneísta ascender, o bien por sus propios medios o con la ayuda de un globo hidrostático.
Actualmente no son consideradas modalidades de competición. El austríaco Herbert Nitsch, con 214 m de profundidad, es el hombre más profundo de la tierra.
¿Cómo puede el ser humano aguantar tanto?
Como mamíferos que somos, tenemos una serie de adaptaciones fisiológicas que hacen que nuestro cuerpo pueda resistir agresiones externas.
En nuestro caso, una vez sumergimos la cara en el agua, tenemos unos receptores que envían una señal al cerebro para indicarle que nos encontramos sumergidos y que debe iniciar una serie de adaptaciones para tratar de mantener la vida.
Como método de supervivencia el cuerpo reduce el consumo de oxígeno activando una serie de mecanismos denominados Reflejo de Inmersión y consiste, entre otros, en las siguientes adaptaciones fisiológicas:
Bradicardia
En condiciones de inmersión facial en agua, el ritmo cardíaco puede reducirse hasta un 50 %, llegando a reducirse aún más en condiciones de presión hidrostática extrema.
A mayor reducción de la frecuencia cardíaca, menor consumo de oxígeno, quedando éste disponible para la inmersión.
Vasoconstricción periférica
Ocurre cuando la musculatura concéntrica de los vasos capilares de las extremidades comienzan a comprimirse, reduciendo el riego y pérdida de calor en las extremidades -principalmente en manos y pies, y luego en brazos y piernas.
Lo que se consigue finalmente, es que se ralentice la circulación sanguínea hacia las extremidades y este mismo proceso permite que se concentre todo el flujo sanguíneo en el corazón, pulmones y cerebro.
Migración de la sangre
Ocurre cuando por el efecto de la presión en profundidad, se comprimen los espacios de aire existentes en la caja torácica reduciendo así el volumen pulmonar y dando lugar a la sensación de presión en el pecho.
Cuando esto sucede, la sangre migra desde las extremidades hacia la caja torácica produciendo una dilatación de los vasos sanguíneos en esta zona, con el fin de compensar la reducción del espacio aéreo debido a la presión.
Esta migración de la sangre ayuda a prevenir barotráumas pulmonares -como la implosión pulmonar- así como una mejor adaptación del apneísta a la presión.
Efectos en el bazo
Es un órgano blando situado cerca del estómago, que cuando está sometido a presión se contrae y libera más glóbulos rojos al torrente sanguíneo.
Cuanto más entrenamiento de apnea específica de forma regular y constante realicemos, mejor y más fuerte será el reflejo de inmersión.
¿Qué produce nuestra necesidad de respirar?
Existe la creencia generalizada de que las ganas de respirar, ese hambre de aire que todos hemos experimentado alguna vez al aguantar la respiración, se debe a bajos niveles de oxígeno.
Nada más lejos de la realidad. Durante la respiración, inspiramos oxígeno y exhalamos dióxido de carbono. Mientras mantengamos la respiración la liberación de CO2 se detiene temporalmente, lo que resulta en una acumulación de CO2 en las células, la sangre y los pulmones.
Al mismo tiempo, el dióxido de carbono comienza a irritar el centro respiratorio del cerebro hasta el punto en que una persona ya no es capaz de aguantar la respiración, momento en el que se produce un deseo de exhalación y de liberar el aumento de CO2 en el cuerpo.
Este aumento de CO2 normalmente se manifiesta en forma de contracciones diafragmáticas. Con el entrenamiento podemos llegar a extender mucho el tiempo de apnea, adquiriendo mayor tolerancia a los niveles altos de CO2.
Debido a que no disponemos de una alarma que nos indique la existencia de niveles bajos de oxígeno, siempre debe mantenerse un entrenamiento progresivo, lento y seguro.
Conclusiones
En este primer artículo introductorio hemos querido hacer una primera visión general de la apnea, transmitirles que se trata un deporte apasionante, que aúna la combinación de un reto físico y mental, un deporte que os enfrentará a miedos e inseguridades propios de la evolución, pero que os reportará seguridad, tranquilidad, confianza y un aprendizaje para conectar cuerpo y mente, que os proporcionará cierta perspectiva en muchos aspectos de la vida cotidiana.
En los siguientes números hablaremos de sus beneficios y riesgos, de fisiología específica de la apnea, de técnicas de respiración y relajación, de seguridad y rescate, técnicas de compensación y muchos más temas apasionantes que os darán una perspectiva más cercana a este deporte en auge.
Recordad que después de todo, la apnea es un deporte muy seguro, con un índice de accidentes casi inexistente, pero que se deben respetar escrupulosamente las normas y protocolos de seguridad y nunca, bajo ningún concepto, practicarla en solitario.