Desde siempre, la Apnea se ha cubierto de un halo de misterio y desconocimiento.

Muchos se preguntan cómo es posible bajar tantos metros, aguantar tanto tiempo la respiración o recorrer largas distancias con solo una bocanada de aire.

Qué entrenamiento siguen los grandes campeones, cuáles son sus dietas, qué condiciones físicas, fisiológicas y psicológicas hay que tener o simplemente si es que hay que tener alguna condición genética innata para la práctica de la Apnea al máximo nivel.

Es muy común confundir la apnea recreativa con la apnea competitiva. Entre ambas hay una gran diferencia, no sólo a nivel deportivo sino también a nivel conceptual. Si quieres, puedes leer nuestro artículo:

Introducción a la Apnea

La apnea recreativa, es aquella que está hecha para acercar a todos los públicos los conceptos del deporte de la apnea de forma general; desde lo básico hasta entrenamientos específicos. 

Cuando nos iniciamos en la apnea asistiendo por primera vez a un curso, se nos dará la información necesaria para mejorar nuestros conocimientos a nivel general sobre este deporte y cómo practicarlo de una manera segura.

Esto nos ayudará a encajar las piezas para armar el gran puzzle de la apnea.

Cada pieza es fundamental, y si nos falta alguna de ellas, no seremos capaces de tener una imagen global para progresar correctamente.

Las diferentes fases de la respiración, las técnicas de relajación, los protocolos de seguridad, las métodos de recate, las técnicas de aleteo, posicionamiento del cuerpo, etc. son la base en el aprendizaje de la Apnea.

Tampoco podemos olvidar los conocimientos teóricos en cuanto a las adaptaciones fisiológicas de nuestro cuerpo, etc.

Muchas veces nos vemos intentando convencer a personas para que prueben la apnea, para que le den una oportunidad.

Para explicamos cuáles son sus beneficios y que entiendan que los perjuicios son realmente mínimos.

Es muy difícil expresar con simples palabras las sensaciones que se pueden llegar a percibir manteniendo la respiración en un medio de ingravidez.

Aunque entendemos que puede resultar poco atractivo ver una persona flotando boca abajo en una piscina sin moverse y aguantando la respiración, la Apnea es un deporte apta para todos los públicos.

Desde un punto de vista práctico, puede parece que no tenga mucho sentido aguantar la respiración.

No obstante, si analizamos muchas de las cosas que hacemos, llegaremos a la conclusión que pocas cosas tienen un sentido práctico: ¿para qué subimos a una montaña?, ¿para qué correr?, ¿de qué nos sirve escalar una pared?, ¿para qué descender en Apnea siguiendo un cabo guía hacia la profundidad?

Lamentablemente, la apnea tiene algunas connotaciones negativas asociadas a su nombre.

Por un lado, la mayoría de gente en algún momento de su vida ha aguantado la respiración, bien jugando o por necesidad, y lo reconoce como un acto antinatural y desagradable.

De resistencia. Por otro lado, la mala prensa ha hecho que muchas personas asocien la apnea con una actividad de riesgo y sus practicantes a unos locos dispuestos a jugarse la vida por descender unos metros más.

Nada más lejos de la realidad. La Apnea es un deporte en el que entran en juego factores físicos, fisiológicos, técnicos y mentales.

Esta combinación de factores hace que la apnea sea un deporte muy completo y totalmente fascinante. 

Las palabras “aguantar”, “mantener”, “suspender”, etc.,  ya tienen una connotación negativa: de lucha, de retención, de resistencia. Pero cuando hacemos apnea no “aguantamos” simplemente la respiración: entramos en un estado de adaptaciones y procesos internos donde entran en juego varios factores:

• Con una respiración controlada somos capaces de inducir a la relajación, liberar la tensión de nuestros músculos y reducir el ritmo cardíaco para prepararnos para la apnea. 

• Cuando tomamos la última inspiración y comenzar la apnea, utilizamos técnicas de respiración diafragmáticas. Con esto se consigue un correcto llenado de los pulmones – desde su base hasta la zona clavicular-, y así disponer de más aire para la apnea.
• Durante el descenso, es preciso tener una correcta técnica de aleteo, de compensación de los oídos, hidrodinamismo en el movimiento y posición, etc. De esta manera podremos concentrarnos al 100% en cada una de las fases del descenso.

• Una vez se inicia la apnea,  entramos en un viaje en el tiempo.
• Nuestra mente se evade, es un juego mental en el que la mente viene y va.
• Por momentos es consciente del presente -con sonidos, sensaciones, texturas, etc.- como retrocede al pasado o viaja al futuro.
  Los miedos, las barreras mentales, las inseguridades, la confianza, el placer y el dolor, se entremezclan en un estado de conciencia que trata de desgranar cada una de las sensaciones, analizarlas y enfrentarlas, para así superarnos y exponernos a nosotros mismos.
  Hasta volver al presente hacia el final de la apnea.

• Es imprescindible reconocer y entender qué nos sucede en cada una de las fases de la Apnea. Si nos hemos formado correctamente en apnea, sabremos por qué tenemos contracciones diafragmáticas, como controlarlas y como ser progresivos para avanzar sin riesgos. Cómo debemos realizar la seguridad a nuestros compañeros y qué debemos exigir para recibirla. Conseguiremos entender lo que estamos haciendo en cada momento y por lo tanto sentirnos seguros y confiados en nuestra apnea y la forma para mejorarla.

La Apnea no es diferente a cualquier otro deporte.

Cada uno escoge su grado de implicación. Hay quienes prefieren practicar la apnea a modo de “hobby” (recreativa), como una actividad más con la que disfrutan aprendiendo y mejorando, pero sin ninguna necesidad de competir o llegar a acercarse a sus límites. 

Otros prefieren medirse a sí mismos, entrenar de una forma ordenada para conocer sus limitaciones y marcarse objetivos –apnea competitiva.

El grado de implicación, entrenamiento y capacidad de sufrimiento determinarán el objetivo de cada uno. 

Con bastante frecuencia el desinterés por iniciarse en la apnea está en que no tienen ninguna necesidad de batir ningún récord.

Como ya se ha comentado anteriormente, se confunde la apnea competitiva con la recreativa: practicarla por placer y diversión.

¿Acaso hacemos senderismo con el objetivo de subir al Everest, cuando lo que realmente queremos es pasear por la montaña?

Durante años, los medios de comunicación han ayudado a mitificar a los grandes apneístas, convirtiéndolos casi en seres extraordinarios.

Sin duda, los grandes apneístas merecen el reconocimiento por los logros conseguidos y los retos afrontados, por su capacidad de entrenar en condiciones duras y de superarse una y otra vez en la búsqueda de los límites del ser humano.

Sin embargo, esta imagen de la apnea hay que reservarla sólo para la élite, no para la mayoría de los apneístas. Caro está que no todos los apneístas legarán a ser campeones, pero sí todos (de cualquier condición y edad) pueden disfrutar de los beneficios de la Apnea recreativa.

La apnea es un deporte muy completo donde se aprende a respirar de forma correcta, a prevenir el estrés diario, disfrutar de la ingravidez del medio acuático, volver a nuestros orígenes más básicos y reconocer ese sentimiento innato de mantener la respiración.

No olvidemos que hemos pasado nueve meses sumergidos en líquido amniótico.

Sin duda, la Apnea es un deporte muy completo a todos los niveles, en el que nunca deja de aprenderse cosas nuevas, no sólo de este deporte en sí, sino sobre nosotros mismo.

La Apnea es el espejo donde se refleja nuestro interior. Dale una oportunidad a la Apnea, date una oportunidad.